Día mundial de la prevención de la obesidad
En el marco del Día Mundial de la Obesidad, que se celebró el pasado 4 de marzo, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) resalta en esta edición la relevancia de la prevención. Las estrategias y las políticas de salud centradas en favorecer los hábitos saludables pueden tener un gran impacto positivo en la salud de la población.
El tratamiento de la obesidad es mucho más complejo que la prevención. Con simples cambios de hábitos en los niños y los adolescentes, se pueden atajar muchos problemas futuros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad y el sobrepeso como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La obesidad se mide con el índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. En cuanto se alcancen estos niveles hay que acudir al especialista para frenar las consecuencias que se pueden derivar de este sobrepeso.
¿Qué es la Estrategia NAOS de lucha contra la obesidad?
La Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) que se aplica en España, sigue la línea de las políticas marcadas por los organismos sanitarios internacionales. Tiene como objetivo invertir la tendencia de la prevalencia de la obesidad mediante el fomento de una alimentación saludable y de la práctica de la actividad física. Se trata de reducir las tasas de morbilidad y mortalidad atribuibles a las enfermedades no transmisibles como la obesidad. Los tratamientos comunes para el sobrepeso y la obesidad incluyen perder peso a través de una alimentación saludable, más actividad física y otros cambios en las rutinas habituales. Los programas de control de peso pueden ayudar a algunas personas a perder peso o a no recuperar el peso perdido. En casos más persistentes es necesario recurrir a la cirugía bariátrica. La prevención desempeña un papel muy importante en la obesidad, a todos los niveles, tanto a nivel primario, como una vez diagnosticada la enfermedad. Sobre todo, los especialistas explican que hay que actuar en los periodos críticos que se pueden asociar con aumento de peso como son el momento de la gestación, la menopausia, el inicio de la actividad laboral, en
épocas de estrés, etc.
Es fundamental que la población se sensibilice con los problemas y complicaciones que puede tener la obesidad. Hay que ir al médico para su diagnóstico precoz y empezar el tratamiento adecuado para mejorar su calidad de vida y prevenir las complicaciones. Sufrir obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diversas enfermedades, sobre todo metabólicas, como la diabetes tipo 2, la esteatosis hepática, la dislipemia, la hipertensión arterial, entre otras.
El doctor Poza, afirma que las campañas de sensibilización son clave para que los ciudadanos se conciencien. Jornadas como el Día Mundial de la Obesidad posibilitan visibilizar la enfermedad. La alta prevalencia puede ser muy grave y repercutir en la calidad de vida de los pacientes.